Punta Cana (República Dominicana)

En esta ocasión queríamos que nos mimaran un poco, pasamos 10 días en un todo incluido con pulserita, buggies, parasailing y snorkel que hicieron de nuestra estancia otra gran aventura, nos acompañáis…!

Día 1

salimos del aeropuerto de Barcelona en vuelo directo hasta Punta Cana con la compañía Level, habíamos volado anteriormente con ellos en nuestro viaje a la Costa Oeste USA  y su económico precio así como la calidad de sus servicios nos parece una muy buena opción para cruzar el charco. Tras nueve horas de trayecto viendo películas y charlando llegamos a nuestro destino a eso de las 18h, nada más bajar de avión nos azota un calor incesante muy característico de esta zona del caribe.

Tras pasar el control de pasaporte y aduanas, que por cierto fue todo muy rápido, buscamos el Shutter que nos llevaría a nuestro hotel en playa Bávaro, a media hora de camino. Habíamos reservado meses antes el hotel Meliá Caribe tropical aprovechando una oferta del 40% de descuento, comentaros que si os alojáis en cualquier hotel de la cadena Meliá, registrándote en su programa de puntos de forma gratuita y descargando la app podréis disfrutar de numerosos regalos, en nuestro caso poco antes del viaje había sido mi cumpleaños y me regalaron mediante la app un upgroap para cualquier estancia con caducidad de un año. Esto nos vino de perlas!

Hicimos el checking canjeando dicho upgroap y nos subieron a la categoría Meliá LEVEL una zona del hotel que dispone de playa y piscina privada only adult, incluyendo además del servicio buffet un restaurante con comidas a la carta.

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Tras este festín tomamos algo y marchamos a descansar, entre una cosa y otra eran las 23 hora local y con el jetlag estábamos muy cansados.

Día 2

Despues del duro día de ayer viajando dedicaríamos este día a explorar el hotel y desconectar en su increíble piscina, de este modo despertamos, bajamos a desayunar y directos a la hamaca, se preocupan mucho de la diversión de sus clientes, a todas horas están realizando actividades en la piscina, voley, waterpolo, dardos, tiro con arco, y como no, Bachata la música que más escucharas en este país, que dada nuestra afición por los ritmos latinos agradecíamos bastante, nos pasamos gran parte del viaje bailando Bachata.

chapuzones, sol, baile y coco loco (una bebida a base de leche de coco, ron y azúcar a la que nos aficionamos durante toda nuestra estancia) lo que viene siendo un día estresante jeje,

El día estaba algo nublado, salía el sol y volvía a esconderse pero igualmente el calor era incesante y ya sabemos que en el caribe parece que está el día nublado y cuando te das cuenta no puedes dormir porque tienes la espalda quemada, hablamos desde la propia experiencia en viajes pasados, así que protector solar a todas horas y evitaréis estos problemas.

Llegada la noche, al acabar el horario de cena, el hotel dispone de un anfiteatro en el que casa noche ofrece diferentes espectáculos hoy tocaba Michael Jackson, Con una duración de poco más de una hora y cuando acaba empieza la fiesta en recepción con ritmos latinos o en la discoteca del propio hotel si se quiere un ritmo más cañero, nosotros sin dudarlo fuimos a la recepción pero ambas fiestas acaban a las 2 de la madrugada ofreciendo traslados a discotecas de la ciudad si se quiere continuar la fiesta. A nosotros nos venía genial que acabase a esa hora ya que la idea de este viaje era desconectar y así al siguiente día podíamos aprovecharlo al máximo.

Día 3

Este día tras despertar y desayunar, nos dirigimos a la playa para organizar las excursiones, la playa de Bávaro bordea toda la Costa y cada zona de la misma que se encuentra delante de cada hotel es privada, pero la parte entre hotel y hotel es pública, si vais a esas zonas encontraréis muchas casetas locales, que ofrecen excursiones a bastante mejor precio que en los hoteles.

Tras comparar precios entre ambas casetas nos decantamos por una denominada Pelota, en la cual nos ofrecen la excursión de parasaling por 40€ dos personas, teniendo en cuenta que el hotel nos ofrecía la misma excursión por 120€ hablamos de que el precio se triplica, la excursión consiste en una lancha enganchada a un paracaídas mediante un cable de metal, las vistas aéreas de toda la playa y la zona de los hoteles son impresionantes, una pequeña barca nos lleva desde la playa hasta la lancha y tras hacer el cambio de barca, nos colocan un arnés y a disfrutar!

Hoy el día estaba muy bueno, despejado y con mucho calor, ideal para surcar el cielo de playa Bávaro.

Al acabar esta aventura pasamos el día en la playa, nada mejor para desconectar que tumbarnos en la hamaca con la única preocupación de darnos la vuelta para no quemarnos y que el camarero nos siga trayendo cócteles.

Aprovechamos antes de irnos de la playa, para reservar la excursión para el siguiente día con los Buggies, ya que nos hablaron de ella en el hotel y nos había encantado la idea, igual que la anterior esta excursión también cambia bastante el precio en diferencia a contratarla en el hotel, en la caseta nos costó 50€ para dos personas y el hotel nos había pedido 135€, lo curioso en este caso es que la empresa encargada de realizar la excursión es exactamente la misma, íbamos juntos en el mismo trasporte, nosotros que la habíamos contratado fuera con personas que la habían contratado en el propio hotel, imaginaros lo que están ganando con cada actividad que ofertan.

Día 4

Hoy despertamos temprano para desayunar, ya que nos recogían a las 9 de la mañana en la puerta del hotel para realizar nuestra actividad, así que tras un buen aporte de energía en el buffet nos ponemos en camino.

Entre el hotel y el punto donde salimos con los buggies hay 45 minutos de camino que se convierte en hora y media debido a que va parando por los diferentes hoteles de la zona para recoger a más personas, pero el aire acondicionado, la wifi que tenía el vehículo y las charlas con los demás viajeros hacen que sea muy llevadero, llegamos sobre las 11:30Am a una especie de campamento en el que te registran los datos, te dan un Vasco y te asignan un buggie, esperamos a que lleguen más vehículos para formar un grupo de 40 personas, 20 bugguies (2 en cada vehículo).

Comienza nuestra aventura, la excursión se realiza por un camino montañoso y como en República Dominicana igual diluvia durante 15 minutos como hace un sol de justicia, la noche anterior había estado lloviendo y por tanto en ese camino habían muchísimos charcos de barro, ahora veréis el resultado del camino, nos pusimos negros y no era gracias al sol.

En media hora realizamos la primera parada, una especie de caseta en medio de la nada, con varios puestos que venden souvenirs, nada más parar el motor de nuestro vehículo vienen todos juntos a ofrecernos los diferentes productos que ofrecen, si tenéis que comprar souvenirs. Nuestro consejo es que los compréis en las zonas de la playa que hablamos anteriormente, donde reservamos las excursiones, se puede regatear bastante y el precio es mucho más económico. Después de salir victoriosos de los 500 intentos de venta que nos ofrecieron al parar nuestro buggie, nos dan a probar su famosa Mamajuana este mejunje Se prepara dejando que el ron, el vino tinto y la miel se empapen en una botella con corteza de árbol y hierbas. El sabor es similar al vino de oporto y el color es de un rojo intenso. Se rumorea entre la población que es afrodisiaco o que tiene valor medicinal y están muy orgullosos de este producto.

Seguimos nuestra ruta hasta la siguiente parada una cueva que contiene en su interior un estupendo lago, como no iba a ser menos al igual que en la parada anterior nos vuelven a abordar los lugareños para que le compremos todo lo que ofertan, pero ya aprendimos la lesión no pararnos a hablar, bajamos del vehículo y entramos directamente en la cueva, entre el calor que hacía y la cantidad de barro que llevábamos en el cuerpo no dudamos en darnos un chapuzón en el lago, el agua estaba congelada, al encontrarse dentro de una cueva nunca da el sol y por tanto el agua no se calienta.

Desde aquí partiremos hasta nuestra última parada a 30 minutos de camino, playa Macao, está bonita playa es el punto donde acaban todas las excursiones y por tanto muy turística, difícilmente verás un dominicano por allí, nos dan una hora libre para bañarnos y relajarnos un poco antes de realizar el largo camino de vuelta hasta el campamento base.

El trayecto de vuelta se nos hizo algo largo, no volvemos por el mismo camino, vamos por carreteras interiores y las vistas no son tan llamativas visualmente, pero pudimos darle algo más de velocidad al buggie y disfrutar de la potencia que tienen estos vehículos, a nuestra llegada al campamento ya solo se nos veía lo blanco de los ojos, todo lo demás era barro, nos reímos bastante los unos de los otros por las pintas que llevábamos, hay unas duchas comunes que te metes con ropa para quitarte el barro, nos dan una botella de agua y esperamos a que venga nuestro vehículo a llevarnos de vuelta al hotel.

El camino de vuelta, lo realizamos en otro vehículo, un antiguo camión modificado en el que los laterales se abren convirtiéndose en escaleras que ayudan A subir al propio vehículo, es abierto por ambos lados, por lo que el viento se nota bastante.

Entre una cosa y otra llegamos al hotel a las siete de la tarde y con bastante hambre, así que nos dimos una ducha y vamos a cenar a nuestro restaurante a la carta, un solomillo en salsa de vino que fue nuestro mayor descubrimiento, que bueno estaba, repetimos numerosas ocasiones este plato durante nuestra estancia.

Al acabar nos vamos al teatro del hotel para ver el espectáculo de música latina que tenían previsto para hoy y al terminar estábamos cansados como para ir a bailar, por tanto nos vamos a otra zona más tranquila del hotel, una terraza en la playa, en la que cada noche ponen música Chill Out, acompañada por el sonido del mar, mientras disfrutábamos de un Gin Tonic.

Día 5

Tras el agotador día de ayer hoy necesitábamos desconectar y disfrutar de la bonita piscina que ofrece el hotel, despertamos sobre las 10am y después del desayuno vamos directos a la tumbona, pasamos horas tostándonos y relajándonos hasta la hora de comer.

Por la tarde, vamos hasta la playa, habíamos reservado un pequeño Catamarán para dos personas, servicio que junto a los Kayac y Paddle Surf ofrece el hotel de forma gratuita, aquí surge nuestra pequeña odisea, salimos desde la playa con viento e íbamos a buen ritmo mar adentro, todo iba genial pasamos una hora en la que nos divertimos mucho con la pequeña embarcación, el problema surge a la hora de querer volver a la playa, de buenas a primeras dejó de soplar viento, empezamos a remar con nuestras manos ya que esta embarcación no tenía remos y cuando estábamos a unos 500 metros de la playa empezamos a hacerle señales al encargado de los veleros, no se le ocurre otra cosa que saludarnos con la mano, te ves a dos personas a 500 metros de la playa con una de tus embarcaciones haciéndote aspavientos con los brazos y piensas que te están saludando? Bueno pues tras más de 10 minutos de saludos el hombre se da cuenta que algo pasa, se sube a un Kayac y sin más dilación se pone rumbo a nuestra ubicación, al llegar y contarle lo ocurrido nos da una cuerda e intenta remolcarnos con el Kayac, el pobre hombre sudo la gota gorda, ese día se ganó el sueldo, tras 20 minutos luchando contra la marea conseguimos llegar a tierra sanos y salvos acabando aquí nuestra odisea náutica.

Después de esta aventura pasamos el resto de la tarde comprando souvenirs en la zona que comenté anteriormente en los laterales de la playa, hasta la hora de la cena que habíamos reservado para el italiano del hotel, estos hoteles en todo incluido suelen tener varios Buffets y restaurantes temáticos que se ofrecen para las cenas, hay que reservar previamente y no se puede ir con pantalones cortos, entre los más comunes se encuentran los italianos, mexicanos y asiáticos. La cena en el italiano fue estupenda, consistía en un Buffet de entrantes y una amplia carta de pasta a elegir para segundos platos que junto con el postre hicieron que olvidásemos la odisea vivida esa misma tarde.

Día 6

hoy nos vamos de excursión a Isla Saona, nos vienen a recoger en autobús y tras hora y media de camino nos dejan en un embarcadero en el que nos explican el funcionamiento de la actividad, un Catamarán nos llevará hasta isla Saona con animaciones y bebidas incluidas, realiza una parada en una piscina natural formada por bancos de arena y continúa la travesía hasta llegar a la playa la duración total será de 3h, así que sin más dilación nos volvemos a embarcar aunque en esta ocasión no tenemos que preocuparnos por el viento ya que el día estaba algo nublado y soplaba bastante.

La verdad es que entre bailes, cubatas y charlas con los demás viajeros se hicieron bastante amenas las 3h lo pasamos genial bailando Bachata.

Una vez en la isla nos indican la ubicación del restaurante donde comeríamos, una carpa en mitad de la playa con varias mesas y asientos de campaña, la comida estaba bien, pollo con patatas y arroz, no dicen que la vuelta se realizará en lancha rápida a las 17pm, por tanto teníamos 2 horas libres para disfrutar de esta bonita playa.

La vuelta es cierto que era bastante más rápida al igual que incomoda, los primeros 15 minutos resultan muy divertidos los saltos entre las olas pero cuando llevas media hora a la espalda no le resulta igual de divertido. Habíamos llegado al punto de partida donde nos recogería nuevamente el autobús para llevarnos a nuestro hotel, estábamos agotados así que aprovechamos la hora y media de camino para dar una cabezadita. El precio de esta excursión en el hotel era de 110€ por persona, pero como comenté anteriormente en los puestos que encuentras en la playa puedes conseguir mejores precios,rebajándose a menos de la mitad nos costó 50€ por persona. Incluye autobús, Catamarán, lancha rápida, bebidas y comida. La verdad que es una bonita excursión y a muy buen precio. Llegamos al hotel ya entrada la noche así que solo quedaba ducharnos e ir a cenar para disfrutar de la fiesta nocturna que ofrecía el hotel cada noche.

Día 7

Hoy nos despertamos aventureros, y es que días antes mientras estábamos en la playa vimos a varios turistas conduciendo una lancha rápida, parecía divertido así que tras llenar el estomago con el maravilloso desayuno que ofrece el hotel, nos dirigimos a la playa en busca de algún puestecito local, de esos que se puede encontrar por los laterales y contratar nuestra aventura.

Eran las 11:30am y ya estábamos regateando el precio con la agencia Pelota que en un principio nos ofertaba esta actividad por 50€ por persona y acabamos pagando 25€ cada uno, la actividad consiste en pilotar una lancha rápida durante 20 minutos pero no acaba aquí la cosa, llevas la lancha hasta un banco de arena que se encuentra frente al Acuario marino de Punta cana, allí tomamos unos Mamajuana y nos recoge un barco para llevarnos a hacer snorkel, con esto tuvimos un pequeño inconveniente y es que el recorrido desde la playa hasta el banco de arena duro apenas 10 minutos, en un principio pensábamos que después del snorkel nos darían nuevamente la lancha para continuar con el tiempo restante, pero no fue así, todo fue genial hasta ese momento que pretendían llevarnos a la playa y dar por finalizada la actividad, pero no somos unos extranjeros cualquiera, somos españoles y como buenos españoles nos quejamos, tras mucho explicarlo accedieron a darnos otra lancha para acabar nuestro tiempo que supongo para dejarnos contentos fueron 30 minutos mas. es super divertido y totalmente recomendable, la velocidad que llegan a tomar esas lanchas se junta a los saltos que da sobre las olas y la sensación es muy agradable. Casi se me olvida, cuando estábamos haciendo snorkel, Esther no es muy amiga de los peces, en un principio se quedo en la barca observando como yo realizaba la actividad, mientras que los marineros tiraban pan cerca de mi para que pudiese ver mas peces y mas cerca, ella tras negociar con ellos, llego al acuerdo que se tiraba al agua solo si no tiraban mas pan, ya que puede ver los peces si están lejos pero no que se encuentren junto a ella, bueno la cosa es que se tiro al agua y pasamos un rato viendo la fauna marina que se encontraba a nuestro alrededor, pero en un momento que estábamos ambos sumergidos, pasa justo delante de nuestras gafas un pez de unos 20 cm. teníais que ver a ester nadando lo mas rápido posible hasta el barco, no la he visto nadar así de rápido en toda mi vida, jeje.

Acabamos la actividad para la hora de comer, nos apetecía quedarnos por la playa y decidimos comer allí mismo, ofrecen patatas, hamburguesas y hot dog, pero para matar el gusanillo y disfrutar de la playa estaba genial ya cenaríamos fuertes por la noche, la playa es bastante grande, si empiezas a caminar, van conectándose las diferentes playas privadas de los hoteles entre si, aunque era época de algas y la orilla estaba literalmente minada, si nadabas un poco mas adentro el agua estaba muy limpia, lo malo del agua del mar del caribe es que esta muy caliente y aunque se agradece a la hora de entrar, no te quita el calor porque en cuanto sales vuelves a tener la misma sensación de bochorno sofocante.

El resto del día hasta la noche fue bastante relajado, sol, mar y relax, que al fin y al cabo era por lo que habíamos decidido este viaje, para desconectar. Llegada la noche, tras descansar un rato en la habitación y asearnos, llega la hora de cenar y la verdad que teníamos bastante apetito puesto que no habíamos comido bien a mediodía, y la mejor opción para no quedarte con hambre es ir al buffet, esta claro que los restaurantes a la carta ofrecen mejor servicio, pero el buffet te da la libertad de elegir que y cuanto comer, una vez saciados nos dirigimos al hall del hotel, para tomarnos algo y disfrutar los espectáculos que nos ofrecerían esa noche.

Día 8

Habíamos reservado este día para ir a visitar un centro comercial que hay por la zona, tras desayunar caminamos durante unos 20 minutos y llegamos a nuestro destino, es un centro comercial muy turístico en el que venden souvenirs entre otras muchas cosas, no recomendamos comprarlos aquí, dado que como habíamos comentado anteriormente el mejor lugar para comprar souvenirs es en los puestos de la playa, en los cuales se pueden encontrar por menos de la mitad del precio ofertado, pero para dar un paseo y salir del ambiente hotelero esta genial.

El resto del día lo pasamos entre piscina, playa y cocteles, hacia un gran día y tocaba tostarse al sol antes de nuestro vuelo de vuelta a España, por la tarde en la piscina del hotel realizan zumba pero sobre tablas de Paddle surf, algo llamativo pero nada divertido, esperamos que acabase la clase de zumba, ya que habíamos vistos días atrás que al terminar prestan las tablas para realizar paseos por toda la piscina con ella, hoy no se nos escaparía, según acabo la clase nos pusimos los primeros cerca de las escaleras y cogimos una tabla cada uno, es algo muy entretenido al menos cuando se hace en el mar, la verdad que en una piscina nunca lo habíamos probado, aunque suponíamos que no seria tan difícil ya que en este caso no hay oleaje, la verdad es que  pasamos un rato muy entretenido.

Día 9

Hoy  cogeríamos el vuelo de vuelta a España, pasamos el día en la piscina, que casualmente hoy montaron una fiesta de la espuma en la piscina privada del restaurante, menuda despedida, un cañón de espuma y un Dj amenizaban la fiesta al más puro estilo Ibiza.

Después de comer salimos a pedir un taxi para que nos llevara hasta el aeropuerto, el trayecto en taxi dura 50 minutos, llegamoS con tiempo suficiente para pasar el control de seguridad y cenar allí antes de entrar a nuestro vuelo, que tras 9h nos llevó a españa acabando así nuestra aventura por la República Dominicana.

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